miércoles, 19 de mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

Pasión India

Esta es la historia de la vida de Anita Delgado. Malagueña de familia humilde, que buscaba sobrevivir en un Madrid lleno de penuria y tristeza a comienzos del siglo XX.
Como buena malagueña, sacaba adelante a su familia bailando flamenco en un espectáculo en Madrid. Una noche acudió un apuesto invitado llamado Jagatjit Singh, maharajá de Kapurthala, uno de los cientos de invitados, que acudían a la boda de Alfonso XII.
El maharaja quedó prendado de la gracia y belleza de la andaluza y haría lo imposible para conquistar a la joven de 17 años. Su gran fortuna le haría conseguir todo lo que se proponía.
Tras el consentimiento de la familia, acepatron la mano de su hija por la gran dote que recibirían y Anita fue educada durante un tiempo en París.
Pocos meses después convertida en una señorita, embarcaría destino India para convertirse en Prem Kaur, quinta mujer del maharajá de Kapurthala.
La malagueña trataba de adaptarse a un mundo de riquezas y palacios, a pesar de las diferencias culturales y los desaires por parte del resto de las esposas de su marido y de la clases políticas y sociedad.
La soledad, despues de más de 10 años de matrimonio, y su hijo siendo educado en Inglaterra; hicieron que se enamorase de Karam, hijo de su marido y que protagonizara uno de los más grandes escándalos de India, siendo expulsada para siempre de este mágico país lleno de contrastes colonizado por los ingleses en las primeras décadas del siglo XX, hasta la independencia conseguida en 1947.

Justo hace un año embarqué en un viaje con 2kg de equipaje de mano y un billete de ida y vuelta destino Nueva Delhi y cuatro meses por delante. Entre mis cosas había una mosquitera, una falda, una camiseta y montones de medicamentos. Lo que más me importaba de mi pequeño equipaje de mano era el pasaporte, la cámara, el USB para guardar las fotos y un diario de lunares negros y blancos. El objetivo del viaje era escribir mi experiencia y vivencias en este enorme territorio de contrastes, y sobre todo, encontrarme a mí misma de nuevo. Ya que cuando viajas de esta manera, no sabes lo que te vas a encontrar y lo que quieres, pero si sabes de lo que huyes.

Este libro me lo regalaron antes del viaje. Lo leí y me encantó, pero no lo sentí como esta vez, que cuando lo volví a leer después de estar allí, me enamoré de él. Se siente diferente, con luces, sentimientos, olores y sabores. Dicen que una canción es buena cuando te identificas con ella.

El escritor usa unos recursos lingüísticos muy claros, cargados de expresiones y refranes cotidianos, que te hacen sentirte más cercano a él y vivir más la historia.

El hecho de que Anita sea malagueña y que tenga gracia, y un poco la mente cerrada al mundo exterior del lujo, que nunca ha conocido, hace que el libro tenga un toque chistoso, que le da gracia al libro en contraposición con el mundo del rajá, que la sorprende continuamente. Un ejemplo de ello es que se bebe el agua y el limón que supuestamente es para lavarse las manos después de comer.

Con esta historia el autor nos traslada a las mil y una noches, su pasión por las joyas, los Rolls Royce, el flamenco, las excentricidades y las cacerías de tigres.

Me gustaría destacar que en final del libro se cuenta el final real de la vida de Anita Delgado, enamorada de otro hombre, que la cuidó y la ayudó en sus últimos momentos y que hizo lo posible para que la enterrasen por la tradición católica.
Penélope Cruz ha comprado los derechos de autor, para convertir el libro en película.

Por otra parte, hablar con tanta naturalidad y sin ninguna referencia crítica de otra cultura tan diferente, tan extraña y que sorprende a cualquiera para nosotros es de valorar. No creo que haya sido fácil para el autor ser tan objetivo con esta cultura y costumbres. Lo que quiere es que nosotros la conozcamos y tengamos nuestra propia opinión sin juzgarla.
Para mí este es un libro histórico mezclado con una preciosa historia de “No Amor” entre dos enamorados.

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿ Son los Tatuajes el Lenguaje de la Piel?


Citas a ciegas sobre la piel
























































Lo más profundo del ser humano es su piel. (Paul Valéry)



El amor, como se entiende en la sociedad, no es más que el intercambio de dos fantasías y el roce de dos pieles. (Nicolas-Sebastien Roch)



Mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos, continuará habiendo guerras. (Bob Marley)


Provócame, mujer, provócame./ Provócame, a ver, atrévete./ Provócame, a mí, acércate./ Provócame, aquí, de piel a piel. (Chayanne)



Las arrugas de la piel son ese algo indescriptible que procede del alma. (Simone de Beauvoir)


Hacen falta más de cuarenta animales para hacer un abrigo de piel, pero solo uno para llevarlo puesto. (Bryan Jones)


Cambia la piel y líbrate/ de ese viejo amor que te hizo sufrir./ Cambia la piel y límpiate/ todo ese rencor que no te hace bien. (Ricky Martin)



La misma piel tenemos todos los mortales al nacer y, sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuéramos de cera. (Camilo José Cela)



La lengua es la piel del alma. (Fernando Lázaro Carreter)



Un abogado es aquella persona que está dispuesta a entregar la piel con tal de no perder los huesos. (Ambrose Bierce)


Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos voraces. (Jesús de Nazareth)



Arriesgaré la piel por un encuentro/ aunque paguemos caros los engaños,/ porque la vida es un instante dentro/ de la perdida inmensidad de este año. (Patricio Manns)



El lenguaje es como una piel: froto mi lenguaje contra otro. (Roland Barthes)



Mi piel es más hermosa que la de todos ustedes. (Gene Simmons)



Usted comienza entregando su sombrero, después entrega su abrigo, luego su camisa, más tarde su piel y finalmente su alma. (Charles de Gaulle).



Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma. (Albert Schweitzer)


Uno no está solo en su piel. (Henri Michaux)



Que se quede el infinito sin estrellas/ o que pierda el ancho mar su inmensidad/ pero el negro de tus ojos que no muera/ y el canela de tu piel se quede igual. (Bobby Capó)



Debajo de tu piel vive la luna. (Pablo Neruda)